sábado, 29 de diciembre de 2012

Jorge Villar, ''mucho más que presentar la última Gala ''Amigos de Nimes de Alicante''

VI Gran Gala Taurina de Alicante, gracias a la Tertulia Taurina Amigos de Nimes en colaboración con el Hotel SPA Porta Maris & Suites del Mar y los Salones del Mar.
Texto integro presentación última Gala Tertulia Taurina Amigos de Nimes de Alicante. Por JORGE VILLAR. VI gala que pulsa una vez más la implicación de los aficionados taurinos de esta ciudad para con nuestra fiesta con mayúsculas en unas fechas cercanas, además, a las entrañables Navidades. VIª gala de amigos, de esta y de otras tierras, que nos honran con su especial presencia.
Nuestra ciudad, como en tantos otros lugares, afronta momentos tan importantes como difíciles. La última temporada ha supuesto, con mucho, una caída en calidad que puede resultar muy dañina si todos no ponemos un poco de nuestra parte para recuperar el prestigio perdido. Nadie es culpable y todos lo son, como casi siempre. Pero debemos fijar más nuestros esfuerzos en llevar a cabo una profunda autocrítica que nos dirija hacia una reinvención evitando los errores del pasado y aprendiendo de ellos. Hay espejos en los que fijarse, hay personas en las que confiar y hay interés por que el barco taurino enderece de nuevo su rumbo y volvamos a sentirnos orgullosos de un espectáculo que encierra tanta alegría y tantos misterios. Es el momento para que aquellos que nos representan se identifiquen con el aficionado y el público que ha mantenido durante tantos años este espectáculo en nuestra ciudad y consigamos, de una vez por todas, que nada ni nadie ponga en duda ni la naturaleza artística del toreo, ni su integridad, ni su historia ni su total actualidad. Desde gobiernos y ayuntamientos hasta toreros, pasando por empresarios, ganaderos, profesionales y representantes políticos, todos y cada uno de ellos deben velar por un patrimonio que nos pertenece a todos y del que todos somos responsables. A nadie se le escapa que el reto que tiene el mundo del toreo de aquí en adelante no es baladí. Negras sombras se han alzado en Cataluña, Ecuador o Colombia, negros designios contra los que habrá que luchar y contra cuyo germen no debemos mantenernos inoperantes. Es una labor difícil y, al mismo tiempo, igualmente bella. Una enorme masa social de aficionados apoyará a tan encomiable proyecto.
Este acto viene a ser, por tanto, una reafirmación anual de nuestro compromiso con el espectáculo taurino a todos los niveles, y por ello es un honor participar junto al alma mater que lo mantiene, que no es otro que José Mª Jericó. Junto a él y por él, lo que sea. Su labor es mucho más fácil de envidiar y criticar que de apoyar y enaltecer, pero este que les habla solo sabe de agradecimientos para el señor Jericó, ejemplo y espejo de tantas cosas buenas.
Redoblo la implicación en la aventura de los premios Explanada de Alicante, que llega ya a su undécima edición. Visto con la perspectiva del tiempo, ni a este que les habla ni al mencionado José María Jericó se les ocurrió que pudieran llegar a tener tan larga vida cuando, allá por 2002, decidimos fundar estos trofeos en el seno del ya desaparecido Periódico de Alicante. Su único objetivo en aquel momento no fue otro sino recordar a los principales protagonistas de la feria de San Juan para que los aficionados pudiéramos reunirnos una vez al año en este evento. La entrega de estos premios en sus primeras ediciones fue el germen de estas galas que llevamos celebrando ya seis años. La afición de nuestra ciudad, cimentada en el tiempo y la sabiduría, avala la importancia tanto de nuestra feria como de estos reconocimientos.
Por todas estas razones, por recordarlas, actualizarlas y, por qué no, también engrandecerlas, se crearon hace once temporadas estos premios y cada año ha supuesto un pequeño reto, pues no es fácil convocar a tanta «buena gente» como la que se suele reunir en veladas como esta.
Con ellos hemos hecho historia, una particular intrahistoria a la que, desde 2002, se han unido toreros como David Fandila «El Fandi», Francisco José Palazón, Miguel Ángel Perera, José María Manzanares, Rubén Pinar, Pepín Liria, Juan del Álamo o Eugenio Pérez, y ganaderías como las de El Pilar, José Ignacio Jiménez Montequi, Manolo González, Cebada Gago, Fuente Ymbro o Palha.
Sin embargo, como ya se ha comentado anteriormente, no ha sido la presente temporada de las que sirven para sacar pecho a ningún aficionado. Durante la reunión del jurado de estos premios esta realidad se hizo patente y, con las lógicas discrepancias entre taurinos con tanto criterio, se llegó a la decisión mayoritaria de declarar desiertos los dos trofeos señeros, los dedicados a la mejor faena y al mejor toro. Se ha tensado tanto la cuerda de la legalidad para llevarla a sus límites más bajos que, con demasiada reiteración en la pasada feria, la presentación y juego de los toros rayó en unos mínimos inaceptables y se rompió el frágil y más bien aparente equilibrio. En términos docentes, se quiere lograr el aprobado tan raspado, que la mayoría de las veces se relajan las varas de medir y se acepta el pírrico 4 como mínimo para superar la materia. Y un cuatro, lo miremos como lo miremos, supone un suspenso. Suspenso en ética, suspenso en dignidad, suspenso en legalidad y suspenso en espectáculo. Y todo ello provocado por algunos apoderados y empresarios que debieran ser los primeros en exigirse una alta nota para agradar al público. ¡Curioso mundo el taurino!
No nos creemos ninguno de los miembros de este jurado ni con la verdad suprema ni con fuerza para cambiar el mundo, pero no deja de ser significativo que, por primera vez en estas once ediciones, nuestros principales premios queden in albis. No es cuestión de señalar a nadie, y menos a aquellos que ya se han autoseñalado de manera palmaria. El tiempo se encargará de hacerles cumplir su penitencia. Deseemos que no caiga ninguna plaza más en el camino y no acabe pagándolo, como siempre, la afición. 
Aun así, el jurado al que represento realizó un esfuerzo, como siempre, por intentar dar realce a lo más destacado del ciclo de San Juan del pasado junio. Afortunadamente, la ilusión volvió a sonreír a la afición una vez más con los más jóvenes. Feliz presentación con caballos la del novillero de nuestra ciudad que recogió la primera de nuestras menciones especiales. Feliz su paso por la Escuela Taurina, fértil semillero de ilusiones toreras y escuela, principalmente, de personas. Abrió la puerta grande del coso alicantino en su presentación con caballos con un desparpajo impropio de su bisoñez, con una seguridad insultante a estas alturas y con un manejo de la espada, esta vez sí, acertado. Y como premio, se vio ninguneado por al empresa en la siguiente novillada. Lo que se ganó en la arena, ante los pitones de los novillos, se lo robaron despiadadamente en los despachos. No debe suponer ningún desencanto para alguien tan joven como él y con todo el futuro para labrarse su profesión.
También quiso esta vez el jurado, ante tanto atropello a la razón y al buen sentido, destacar la sincera actuación de un torero que, si bien ha forjado su carrera sobre una personalidad estentórea y un toreo heterodoxo, siempre se ha mantenido fiel a ese concepto y, además, ha actuado con éxito en numerosos ocasiones en nuestra plaza. Cuando otros se las han dado de iconos del clasicismo y el buen toreo y, a las primeras de cambio, han aprovechado el populismo barato para faltar el respeto a la autoridad, este torero polifacético siempre ha mantenido las formas y ha respetado la profesión que le ha permitido madurar como persona y atesorar un importante patrimonio en lo personal y en lo económico. Además, ha utilizado la fama ganada en los ruedos para apoyar numerosos campañas solidarias con los más desfavorecidos que dan fe de su calidad humana. Sin embargo, y a pesar de los múltiples esfuerzos y contactos mantenidos para que pudiera asistir a esta gala, Manuel Díaz «El Cordobés» no quiso estar con nosotros. Él sabrá por qué, aunque feo detalle es este deningunear a quienes, por una vez, han pretendido reconocerle en su faceta taurina.
Y junto a ellos, la Tertulia Taurina Amigos de Nimes reconoció la importancia de personajes del toro humildes pero ricos en sapiencia, como Emilio Gracía «El Lince» y Arturo Blau Espadas, que nos alumbraron la noche con su palabra sencilla pero sentida; y la Peña Taurina José Mari Manzanares de Orihuela, ejemplo del nuevo ímpetu que los jóvenes aficionados deben mostrar ante una expresión artística tan espectacular como el toreo.
Nos queda la ilusión y la esperanza de lo que queda por venir en este final de 2012 y, sobre todo, durante 2013. Y la llama de esa VIIª Gala Taurina que ya se está empezando a gestar, paso a paso, para suerte de todos los aficionados alicantinos y a los amigos cercanos a nuestra tierra.

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